El relieve es muy accidentado y abrupto y corresponde a la región denominada Ceja de Selva, sobre él discurren ríos que conforman la cuenca hidrográfica del Marañon y más concretamente del Uctubamba. La abundancia de afloramientos calcáreos de edad Triásico superior-Jurásico y Cretácicos, con espesores comprendidos entre los 3.500 m y los 1.500 m junto con la gran pluviometría de la zona y la intensa fracturación y diaclasamiento, favorecen la existencia de formas cársticas con abundancia de cavidades, dolinas, puentes naturales, lapiaces, ríos ciegos y simas. En este sentido también son de destacar las grandes pendientes topográficas y el alto contenido en CO2 de la cobertura vegetal que favorece la disolución de los materiales calcáreos.
Aunque la zona se encuentra incipientemente explorada son de destacar tragaderos como Atumpampa, Chururco e Intimachay que con pendientes moderadas pueden alcanzar desarrollos de varios Kilómetros, casi siempre de forma lineal y a favor de juntas de estratificación. Otro caso son las simas de tipo vertical donde su situación a gran altura y con niveles de base situados en el fondo de los valles fluviales en forma de surgencias, hacen esperar grandes desarrollos verticales que podrían superar los 1.000 m de profundidad. Entre estos últimos destacan Tintacushpa, la zona del Pajonal y las simas situadas en el alto de la fila a más de 3.600 m de altitud, todas ellas sin explorar.
Nicolas Mayor
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