Ante todo y solidarizándonos como compañeros que también
realizamos expediciones en el extranjero, mostramos nuestro más sincero pesar y
apoyo a las familias de los compañeros andaluces que han sufrido tan trágico
accidente en el Atlas marroquí. Sabemos el
riesgo de este tipo de expediciones pero también, por ese mismo motivo, tenemos
la seguridad que ellos habían planificado al milímetro sus actividades, máxime
con la experiencia fruto de sus largos años practicando los deportes que, tanto
a ellos como a nosotros nos apasionan.
Nosotros, en el caso de Cecilio, tuvimos mejor suerte y ,a veces, solo la suerte determina la diferencia entre
un desenlace trágico o satisfactorio.
Ojalá que, al menos, el precio que hemos pagado, sirva para
concienciar a las altas instancias
gubernamentales de la necesidad de actuar sin límites ni fronteras, con el
único objetivo de aunar y hermanar esfuerzos para ayudar humanitariamente a
alguien que lo pueda necesitar. Al fin y
al cabo los objetivos que nos mueven a los amantes de las actividades en el
medio natural , son precisamente esos, trascender fronteras y dar a conocer este maravilloso mundo que nos
alberga, sea el rincón que sea y sus amplios espacios de libertad: una cumbre,
un desierto, una selva , el fondo del mar
o la más profunda de las cuevas.
En recuerdo de nuestros compañeros, ¡ ya son almas libres!